Hoy dedicamos nuestro blog a un genio de la música: Ludwig van Beethoven, que fallecía en Viena tal día como hoy en 1827.
El compositor y pianista alemán nacíó en 1770 y fue a los 9 años cuando comezó su vocación musical, al entrar en contacto con el organista Christian Gottlob Neefe, quien se convirtió en su maestro. Él le introdujo en el estudio de Bach, músico al que Beethoven siempre tendría una gran devoción y admiración.
Fue miembro de la orquesta de la corte de Bonn y realizó un primer viaje a Viena con el propósito de recibir clases de Mozart. Sin embargo, la enfermedad y el posterior fallecimiento de su madre le obligaron a regresar a su ciudad natal pocas semanas después de su llegada.
Posteriormente Beethoven viajó de nuevo a la capital austriaca para trabajar con Haydn y Antonio Salieri, dándose a conocer como compositor y pianista con gran éxito.
Su carrera como intérprete quedó interrumpida a consecuencia de la sordera que comenzó a afectarle a partir de 1796 y que desde 1815 le privó por completo de la facultad auditiva.
Los últimos años de la vida de Beethoven estuvieron marcados también por la soledad, pese a lo cual prosiguió su labor compositiva, e incluso fue la época en que creó sus obras más impresionantes.
Su producción musical incluye 32 sonatas para piano, 16 cuartetos de cuerda, 7 tríos, 10 sonatas para violín y piano, 2 misas, 1 ópera: Fidelio, 5 conciertos para piano y orquesta, 1 concierto para violín y orquesta, 9 sinfonías…
Como curiosidad, hay alrededor de 200 sellos dedicados a él. Este que vemos aquí fue acuñado en 1970 en conmemoración del bicentenario de su nacimiento.
Recientemente se subastó un manuscrito de Beethoven que fue descubierto en 1996.
Disfrutemos con su maravillosa música…
“El genio se compone del dos por ciento de talento y del noventa y ocho por ciento de perseverante aplicación” Beethoven.