Tenemos que tener en cuenta que escuchar música afecta a nuestro cerebro, por lo que no debemos tomar la elección a la ligera.
Mientras la música suena, muchas zonas del cerebro pueden activarse, dependiendo si la música es nueva o conocida, feliz o triste, en tonalidad mayor o menor, o si tiene o no letra, etc.
Para tener un estímulo cognitivo, hay que escoger música que no tenga letra. Los centros de lenguaje del cerebro no pueden evitar descifrar las palabras que se escuchan, lo que hace que sea mucho más difícil concentrarse en escribir o en leer. Es por ello que hay que elegir música sin letras, o alguna canción en un idioma que no entiendas.
Estas son algunas sugerencias que pueden serte útiles, de forma general. Aunque si deseas un estudio personalizado, puedes ponerte en contacto con nosotros.
-Jazz. Ofrece una gran variedad y con diferentes ritmos. Puedes escuchar a Alice Coltrane o Thelonious Monk.
-Música clásica. Aún ofrece mayor variedad. Bach o Mozart pueden ser una buena elección.
-Compositores minimalistas. Es música más repetitiva. Prueba con Steve Reich o Philip Glass.
-Chill-out. En este caso no es conveniente relajarse demasiado. Puedes escuchar a Bonobo o Cinematic Orchestra.
-Ambient. Apenas te darás cuenta que está ahí. Por ejemplo Brian Eno.
-Bandas sonoras de películas. Si quieres ponerte “a tope” una buena elección es Only God Forgives.