La importancia de estar presente en las redes sociales ha hecho que diferentes organismos, empresas e instituciones estén creando comunidades en torno a su marca.
Sin embargo, la creación de una comunidad en torno a una marca o entidad precisa de un compromiso por parte del centro cultural y responder a los requerimientos de sus miembros para lo que es imprescindible una figura profesional que se encargue de ello.
Esta función es la que realiza el Community Manager o Social Media Manager.
Estar en las redes sociales no consiste únicamente en una mera presencia, sino que hace falta una participación activa, un contenido de calidad que aporte valor y el Comunity Manager es la persona encargada de ello.
El Community Manager es la persona encargada de gestionar, dinamizar y entrar en contacto con los usuarios de la comunidad online del centro. Ha de poner en práctica el plan de comunicación web del centro así como difundir la imagen de la entidad en Internet y velar por la reputación online del centro. En ningún momento debe confundirse la figura del Community Manager con la del un Webmaster (persona encargada de crear, diseñar y mantener operativo un sitio web.
Desde Asesores Musicales aconsejamos que el Community Manager de un centro cultural posea las siguientes características: habilidades comunicativas, conocimientos avanzados en redes sociales y Web 2.0, y amplios conocimientos sobre la institución y sus bienes o actividades culturales de forma que pueda crear de manera rápida y rigurosa contenidos para la red y responder convenientemente a las cuestiones de los usuarios.
Las funciones de un Community Manager en un centro cultural son muy variadas y se encuentran en relación directa con el plan de comunicación que la entidad se plantee llevar a cabo. Entre sus funciones se encuentran:
-Gestionar la imagen de la entidad y de su reputación online.
-Acercar la entidad a su público y hacer del público parte activa en el desarrollo del centro cultural y sus actividades. Informar acerca de las actividades que realiza la entidad.
-Administrar las expectativas y las quejas de los usuarios, tanto las relativas a las acciones virtuales como las relacionadas con los servicios presenciales.
-Detectar las necesidades del público. Motivar a los usuarios para que acudan al centro y participen en sus actividades.
-Evaluar las distintas estrategias de comunicación utilizadas a través de Internet. Monitorizar lo que se dice de su institución en los medios digitales y analizar el seguimiento de contenidos digitales creados por la entidad.
-Realizar campañas de promoción online a través de blogs afines, redes sociales, etc…Mejorar el posicionamiento del museo.
El Community Manager y la entidad han de elegir aquellos medios sociales a los que al centro cultural le interesa interactuar, creando perfiles públicos acorde a la institución bajo una unidad corporativa y participando activa y regularmente en ellos. Ante esto, la entidad cultural ha de decidir de qué manera se encuentra representado en la web con su Community Manager, que puede actuar bajo un perfil anónimo e institucional o bajo un perfil personal de trabajador de la institución. Ambas posibilidades suponen beneficios e inconvenientes.
Un perfil institucional, sin una cara visible detrás, supone que el CM ha de realizar una administración impecable que ha de desarrollarse de manera impersonal y sin que entren en juego gustos o intereses individuales. Cualquier error personal o interés particular del CM se puede entender como error o interés de la institución e incidir en su reputación.
Un perfil personal facilita la relación de la institución con sus usuarios, al sentirse estos más cómodos al interactuar con personas reales, pero el programa de comunicación de la entidad se puede confundir con el programa de comunicación de su Community Manager, y un cambio de CM se convierte en algo público, pudiendo influir en el desarrollo de nuestras redes.
Conjugar ambas posibilidades, mostrar una imagen institucional para algunas ocasionas y personalizar los mensajes en otras, también puede ser una opción a tener en cuenta.
Es un hecho que la imagen y la reputación de las entidades y organizaciones también se puede medir en la red, y que a su vez, la participación de los usuarios, con su comentarios, sus vídeos, sus experiencias, generan a su vez nuevos inputs que configuran de una forma continuada esta imagen y a más largo plazo la reputación.
El número de herramientas que están a disposición de las organizaciones para gestionar su comunicación online es muy numerosa y algunas que permiten monitorizar en tiempo real la información disponible son:
-Buscadores de noticias: Google Alerts, Yahoo Alerts, Moreover (interesante para seguir la actualidad por sectores), NewsIsFree.
-Buscadores de blogs: Twingly, Technorati, Google Blog Search, IceRocket, Feeds4all, Blogdigger, Sphere, Linkloo, Wikio, menéame, Bitacoras.com, Ask.com, gennio, BlogPulse.
-Suscriptores RSS: FeedsForMe, Search4RSS, RSS Micro, Octora, Technorati, Feedster, Everyfeed, RSS Feeds.
-Buscadores de tags: thagoo, Quintura, tagBulb, keotag, gennioTags.
-Marcadores y agregadores: del.icio.us, digg, bloglines, furl, reddit, menéame.
-Comentarios: Co.mments, backtype.
-Seguimiento de Buzz: Buzztrend, Buzznet, BuzzMetrics (de Nielsen)
-Buscadores en Redes Sociales: Linqia (busca blogs, grupos en facebook…),
-Buscadores en foros: Omgili, Buscaforo, Twing, DoFollow, Boardtracker, BoardReader.
-Conversaciones: Swotti, BlogPulse.
-Fotos: flickr.
-Vídeos: YouTube, Vimeo.
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