El estudio, de la Universidad de Barcelona y del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Bellvitge ha sido publicado en la revista Current Biology.
Josep Marco-Pallarés, del departamento de Psicología Básica de la UB, indica que a aquellos a los que la música les emociona sufrieron incremento del ritmo cardíaco y en la conductancia de la piel relacionados con el grado de placer, mientras el grupo de anhedonia (incapaz para experimentar placer) musical no presentaron ningún cambio.
En cuanto al número de personas que podría no sentir ningún placer ante la música, se especula que entre un 1 y 5% de la población, pero son necesarios estudios más exhaustivos.